08 enero 2007

Y al final...



La Princesa le encontró. Una tarde, en un bar de el casco antiguo de la ciudad. No parecía un príncipe a primera vista, pero poco a poco, aunque quizá un poco rápido, pudo ver que su interior sí que era el de uno de ellos.

Ella nunca le dijo que le quería, la experiencia le regaló aquello del Facta Non Verba. Aunque lo pasaba mal, debía morderse la lengua varias veces y, al fin y al cabo, sabía que siempre se acaba pasándolo mal hayas dicho o no las cosas.

Compararse, comparar y ser comparado. Relaciones de hoy, pasadas y posibles futuras.

Sinceridad.

Y es que no es plan de no disfrutar de las cosas esperando con miedo a que llegue su final. Pero eso aún no lo ha aprendido.

Y ahora, en estado de espera, culpándose por que ,una vez más, los justos pagaron por pecadores, se castiga por no haber sabido distinguir un diamante de entre la basura del mundo.

"Por si acaso que sepas que aquí siempre tienes un sitio
Y aunque no te lo creas sin tí nada será lo mismo".

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