Apocalipsis II
Me siento mal, desde hace tiempo.
Me pregunto por qué estoy tan triste, sin ganas de hacer nada y, cuando me esfuerzo en animarme, parece que en mitad del intento necesito huir de donde esté para llorar o estar tranquila.
Hace tiempo que no me reconozco a mí misma, y necesito encontrarme, ser la persona que soy.
Es triste aceptar que daría lo que fuera ya no por progresar, sino tan sólo por recuperarme tal y como era hace un tiempo.
Y no sé a qué es debido tal cambio, ni por qué ha pasado, ni cómo...
Tengo mucho miedo, y tampoco te pido ayuda (mierda, ya estoy otra vez personalizando y dedicando) porque no sé si quiero que me ayudes o es que intento que salga de tí.
No quiero usar tu puta balanza, no quiero darme cuenta de las cosas, porque tengo miedo de verlas de una manera que no me guste.
Esta noche, después de mucho tiempo, no tengo ganas de comer, no tengo ganas ni de llamarte, ni de nada.
Quiero estar yo sola conmigo misma.
Y sólo de pensar en la mierda de día que me espera mañana tengo ganas de llorar.
Y quizá me vaya bien.
Pero no creo que lo haga.
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Me pregunto por qué estoy tan triste, sin ganas de hacer nada y, cuando me esfuerzo en animarme, parece que en mitad del intento necesito huir de donde esté para llorar o estar tranquila.
Hace tiempo que no me reconozco a mí misma, y necesito encontrarme, ser la persona que soy.
Es triste aceptar que daría lo que fuera ya no por progresar, sino tan sólo por recuperarme tal y como era hace un tiempo.
Y no sé a qué es debido tal cambio, ni por qué ha pasado, ni cómo...
Tengo mucho miedo, y tampoco te pido ayuda (mierda, ya estoy otra vez personalizando y dedicando) porque no sé si quiero que me ayudes o es que intento que salga de tí.
No quiero usar tu puta balanza, no quiero darme cuenta de las cosas, porque tengo miedo de verlas de una manera que no me guste.
Esta noche, después de mucho tiempo, no tengo ganas de comer, no tengo ganas ni de llamarte, ni de nada.
Quiero estar yo sola conmigo misma.
Y sólo de pensar en la mierda de día que me espera mañana tengo ganas de llorar.
Y quizá me vaya bien.
Pero no creo que lo haga.